Esta práctica se refiere a la limpieza y purificación de los sentimientos, emociones, actitudes. El objetivo es el cultivo de la pureza interior, lo que permite al practicante trascender los pensamientos, emociones y deseos negativos impulsados por el ego, alineándose así con su verdadero yo.
Trae a la mente una situación o persona que crea un aspecto negativo en ti, que te produzca un cambio negativo, ya sea reciente o antiguo. Aquí estamos hablando a sentimientos, emociones, actitudes y el estado interior de tu ser que se haya creado en forma negativa. Identifícalo y nómbralo: ¿es furia, ira, irritación, dolor, tristeza, melancolía, resentimiento, celos, frustración, distracción, desprecio, agresividad o algo más?
Acepta este aspecto o condición negativa sin ninguna justificación o culpa, sabiendo que es solo una expresión superficial de una condición más profunda en la que tienes que trabajar, y que identificarlo te llevará a comprenderlo y a deshacerte de él, para que estés más liviano y feliz.
Trata de experimentar la calidad de la energía que este aspecto o condición negativa está produciendo en tu cuerpo y en tu mente.
Sé consciente de esta energía negativa, sin miedo o vacilación, y acepta que este aspecto o condición negativa y la energía negativa van juntas como dándose de la mano. También sé consciente de los pensamientos que se están produciendo en tu mente, y acéptalos.
Ahora permite que la mente se centre en un punto y ve más profundo, dentro de la mente profunda, al nivel donde se encuentra la fuente de este aspecto o condición negativa.
Pregúntate cuál es la verdadera causa de este aspecto o condición negativa ¿qué carencia lo está produciendo? Sé honesto y claro, no escondas nada, no finjas nada. Acepta esta causa más profunda con la convicción de que estás listo para trabajar en ella y transformarla.
Sé consciente también de la energía correspondiente, puedes encontrar que la intensidad de esta energía es más fuerte que la energía superficial que estás tratando de trabajar. Acepta esta energía profunda, con la condición de que estás listo para trabajar en ella y transformarla.
Ahora invoca la energía del cuerpo causal o conciencia superior, la energía sutil, la energía que representa fuerza de carácter, sabiduría y brillantez. Afinando esta energía permite que la conciencia sea dirigida a la luz del entendimiento completo. Con esta energía te conectas con tu inspiración.
Sepárate de el aspecto o condición negativa y de la energía negativa en el cuerpo, la mente superficial y la mente profunda, y permite conectarte con esta energía superior. Utiliza cualquier visualización, idea o sentimiento que te ayude a hacer esto. Recuerda que empezar con esto puede no ser fácil o puede ser una experiencia intensa, pero con la práctica se hará más fácil y más fuerte.
Con la ayuda de este energía, entra en la experiencia de la dicha divina. Puedes usar visualización como por ejemplo imaginar una burbuja sobre tu cabeza llena de la más alta energía, y luego centrar tu conciencia dentro de ella.
Puedes imaginar que esta zona es la fuente de la creación del universo, la matriz dorada que es la fuente de todo, y centrar tu conciencia en ella. O puedes simplemente visualizar a tu gurú o a tu ishta, o dios que resuene más contigo, encima de ti transmitiéndote esta energía que te transmita la dicha divina.
Utiliza cualquier visualización con la que te sientas más en sintonía y permanece en esa experiencia durante algún tiempo, sintiendo alegría, plenitud, amor incondicional, conexión positiva.
También puedes elegir centrarte en una sola cualidad positiva que sientas que necesitas desarrollar. Ahora toma este energía de dicha divina, y sus cualidades asociadas y hazla fluir en los niveles del cuerpo psíquico y la mente más profunda, donde existen las semillas del aspecto o condición negativa que estás trabajando.. Llévalo a tu mente superficial y a tu cuerpo en donde se expresa el aspecto o condición negativa.
Trae la energía que te transmite la dicha divina, una y otra vez hasta que el aspecto o condición negativa se disipe mediante la fuerza de esta energía superior, este aspecto o condición superior.
Ahora, vuelve a tu mente superficial. ¿Qué calidad o aspecto y qué tipo de pensamientos encuentras allí? ¿Encuentras que la calidad y aspecto negativo que habías experimentado al principio de este ejercicio se ha disuelto hasta cierto punto? ¿Eres capaz de extender una alegría interior y una conexión positiva a todas las situaciones y personas que te generaron este aspecto o calidad negativo? Sigue practicando hasta que seas capaz de hacerlo.
Adaptación de la práctica de Bhava shuddhi
Yoga Chakra 6. Bhava shuddi y titiksha. Swami Niranjanananda Saraswati
Bhava Shuddhi es un término sánscrito de la filosofía yóguica que significa “purificación del propio ser” o “purificación del propio estado interior”. En las prácticas yóguicas, bhava se refiere a los sentimientos, emociones, actitudes y estado interior del ser, mientras que shuddhi significa purificación o limpieza. El objetivo de bhava shuddhi es cultivar la pureza interior, lo que permite al practicante trascender los pensamientos, emociones y deseos negativos impulsados por el ego, alineándose así con su verdadero yo.
Bhava shuddhi se logra a menudo mediante una combinación de meditación, introspección, trabajo de respiración (pranayama) y prácticas éticas (yamas y niyamas). Se cree que estas prácticas limpian las impurezas internas, creando espacio para la paz, la claridad y la compasión.